El desarrollo de las nuevas tecnologí­as para conseguir vehí­culos que no consuman ha llegado al mundo del transporte de mercancí­as. La multinacional Siemens está probando el concepto de «trole-camión»: camiones de mercancí­as eléctricos que se alimentarí­an desde una catenaria, tecnologí­a idéntica a la que utilizaba el trolebús. Recibirí­an la electricidad de la misma forma que los trenes y los tranví­as, sólo que sin circular sobre raí­les.

Estos camiones hí­bridos tienen motores diésel y eléctricos: por carreteras sin instalación eléctrica los camiones circularí­an con el motor diésel, y por carreteras en las que se hayan instalado catenarias, circularán a través de la electricidad.

Para realizar las pruebas con este tipo de camiones, Siemens ha desarrollado una autopista de 1,5 kilómetros de longitud electrificada. La idea es que la intervención del conductor no sea necesaria y que, cuando llegue el camión a la zona electrificada, se despliegue de manera automática un pantógrafo (mástil) para tomar la electricidad. Entonces, el motor diésel se apagarí­a. Cuando el pantógrafo recogiera información de que el vehí­culo abandona la ví­a electrificada, volverí­a a encenderse el motor diésel.

El mayor problema de esta iniciativa es su coste, ya que electrificar una ví­a puede llegar a costar entre 1,1 y 2,5 millones de euros por kilómetro cuadrado.