La subida del IVA a partir del 1 de septiembre es una medida que no ha gustado a nadie, y en el caso del transporte de viajeros por carretera supone un problema añadido a la crisis que ya está atravesando.

El transporte de viajeros por carretera se encuentra encuadrado en el tipo impositivo reducido, que a partir de septiembre pasará del 8 al 10%, seguramente esta subida afectará reduciendo el número de viajeros en autobús, que desde hace unos añis está sufriendo una constante y fuerte caí­da de la demanda de viajeros.

Si a este problema le sumamos el gran incremento de los costes, especiamente del precio del gasóleo, que desde el 2009 ha subido un 60%, la falta de financiación, la morosidad por parte de las administraciones públicas y la reducción de los márgenes empresariales, pone al sector del transporte de viajeros por carretera en una situación muy complicada.

La Federación Española Empresarial de Transporte de Viajeros (Asintra) se ha mostrado totalmente en contra del incremento del IVA en el transporte de viajeros y no sólo creen que deberí­a estar exento de la subida del IVA sino que además deberí­a recibir el apoyo suficiente por parte del Gobierno para que fomente su estabilidad.

Desde Asintra creen que «los servicios de transporte discrecional y turí­stico contribuyen de manera decisiva al desarrollo de otras actividades económicas, por lo que no sólo tendrí­an que quedar exentos de la subida del IVA, sino que también deberí­an recibir medidas especí­ficas de apoyo que fomenten su consistencia económica, su rendimiento empresarial y su estabilidad».